
El pasado 5 de noviembre, la agencia de noticias Kyodo afirmó que Toriyama formaba parte de un grupo de doce personas que invirtieron en una empresa de Estados Unidos en el año 2000. Los métodos contables de dicha empresa, según se supo posteriormente, “no cumplían las regulaciones federales del país”.
Según la información ofrecida por Asahi Shimbun, basada en los documentos del litigio, la empresa aprovechaba los préstamos y su capital para comprar apartamentos usados. Los inversores entonces declaraban pequeños ingresos al añadir las pérdidas de la depreciación de las propiedades y otras pérdidas jungo a los beneficios de la empresa principal. Kyodo ya anunció en 2005 que las autoridades informaron a los inversores de la necesidad de pagar impuestos adicionales.
En un caso similar, tras pasar por la Corte Suprema de Estados Unidos, los inversores perdieron la demanda contra las autoridades y tuvieron que pagar los impuestos adicionales. Kyodo y Asahi Shimbun contactaron a Toriyama sobre susituación, aunque el autor se negó a realizar cualquier declaración, alegando su falta de tiempo. Yoshinori Shirono, presidente de la empresa cosmética Ci:Z Holdings, también está involucrado en esta trama y se negó a realizar cualquier comentario.
El ICIJ comenzó a ofrecer información sobre los Paradise Papers la pasada semana. Este proyecto investiga de forma global la implicación de varias de las personas más poderosas y ricas del mundo en una serie de negocios offshore.
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